El presidente Gabriel Boric intervino en la apertura de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York este martes.
Fue su debut ante el organismo internacional, uniéndose a otros nuevos líderes en Latinoamérica como el colombiano Gustavo Petro entre otros.
En el encuentro, el jefe de Estado destacó que Chile “ha pasado de ser la colonia española más pobre de América a un país independiente, libre, soberano y próspero”.
Sin embargo, subrayó que “Chile necesita del mundo y el mundo necesita de Chile”.
“Pero como saben, vivimos tiempos de incertidumbre y conmoción”, dijo, y agregó que “la injusta guerra de Rusia en Ucrania ha hecho subir los precios del combustible y ha tenido un fuerte impacto en la economía”.
“La guerra comercial entre Estados Unidos y China y la pandemia que estalló en 2018 bajo la administración anterior de Trump devastaron la economía mundial y afectaron nuestra economía”, agregó.
“Debido a una prolongada crisis política, la crisis humanitaria en Venezuela ha producido un flujo de migrantes sin precedentes, ejerciendo una enorme presión sobre nuestras instituciones y la sociedad”, subrayó.
Boric acusó a la ONU de graves abusos a los derechos humanos durante el gobierno de Piñera
Ante esto, Boric lamentó los graves momentos de violencias, como la quema de estaciones de metro, aunque advirtió que no fue algo casual.
“Lamentablemente lo que pasó en nuestro país no fue un accidente, sino el resultado de innumerables historias de dolor y de retraso. Quiero decirles que, aunque no era lo esperado, también puede pasar en su país”, subrayó.
En este sentido, invitó a la comunidad internacional a “esperar que busquemos una mayor justicia social y una mejor distribución de la riqueza y el poder”.
“Lamentablemente, debo decir, este descontento se manifestó en graves violencias, como la inaceptable quema de estaciones de metro y la destrucción de centros cívicos“, admitió.
Además, también denunció las graves violaciones a los Derechos Humanos durante el gobierno de Sebastián Piñera.
“Fuimos testigos de una represión descontrolada que culminó con muertos, heridos y más de 400 personas sufrieron traumatismos oculares como consecuencia de la acción del Estado”, dijo.
Por último argumentó que esto “constituye graves violaciones a los derechos humanos desde la perspectiva de nuestro gobierno”.
