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Cinco jugadores con pasado en Universidad Católica permanecen sin equipo a una semana del Torneo Nacional

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Universidad Católica La urgencia planea sobre algunos jugadores emblemáticos del fútbol chileno. A poco más de una semana para que arranque la nueva temporada del campeonato nacional los equipos de la primera división continúan agrandando su lista de refuerzos.

A pesar de ello, todavía quedan figuras de renombre que siguen sin encontrar un club en el que prolongar un poco más su carrera deportiva, o en el que reinventarse, al menos durante 2023.

Otros, ante la falta de oportunidades, simplemente meditan la retirada. Nunca es fácil habitar en la incertidumbre, y mucho menos cuando se trata de una profesión en la que rara vez uno cumple los cuarenta años de edad en activo.

Universidad Católica es posiblemente el club del que provienen más jugadores célebres en estado de agente libre. Después de finalizar la última campaña en quinta posición, el cuerpo técnico de los Cruzados decidió renovar la plantilla casi por completo, lo que obligó a algunos nombres míticos a dar un paso al lado. El capitán José Pedro Fuenzalida es, a sus 37 años, un buen ejemplo de ello.

El pasado mes de octubre ya anunció públicamente su decisión de no continuar en el club la próxima temporada, consciente de que ha cumplido un ciclo y de que debe dejar paso a las nuevas generaciones.

Por el momento, su situación, todavía por definir, ofrece dos opciones: la retirada o continuar con su carrera en alguna entidad más modesta lejos del fútbol chileno, sin las presiones competitivas de un grande. Fuenzalida tiene ganas de jugar y afirma encontrarse bien físicamente.

En la misma sintonía se encuentran Luciano Aued y Germán Lanaro, de 35 y 36 años respectivamente. Ambos se despidieron de la precordillera hace unos meses tras finalizar su contrato. El volante argentino llegó al cuadro estudiantil en 2017 y conquistó el tetracampeonato y tres supercopas, pero actualmente, a pocos días de que empiece el campeonato nacional, sigue sin encontrar equipo.

Se rumorea que tanto O´Higgins de Rancagua como Unión Española mostraron interés por hacerse con sus servicios, e incluso el propio futbolista afirmó haber mantenido conversaciones con Coquimbo Unido, pero lo cierto es que la crisis de certezas continúa. 

Por su parte, Lanaro abandonó la formación cruzada, en gran parte, por culpa de las lesiones y la escasa continuidad. Después de haber ganado cinco ligas y cuatro supercopas, el zaguero tiene claro que desea continuar en Chile y asegura estar barajando un par de ofertas para esta campaña.

Eso sí, su paso por Universidad Católica le ha marcado tanto que, como él mismo declara, se negaría a militar en las filas de Colo Colo o Universidad de Chile. Los pronósticos sobre su futuro en el balompié nacional no son precisamente esperanzadores, al menos eso es lo que puede verse en las apuestas deportivas de Chile, donde las primeras cuotas para la 2023 no definen un destino claro para el defensa central.

Fabián Orellana es otra de las figuras destacadas en este escenario. Tras más de una década en Europa, en 2021 decidió regresar a su país de origen para sumarse a la disciplina de La Franja, donde ha jugado veinte partidos sin conseguir anotar un solo gol. Ante la falta de rendimiento, tanto el extremo como la dirección técnica del club llegaron a un acuerdo en diciembre para poner fin a su relación contractual.

Aunque su nombre sonó para formar parte del recién ascendido Magallanes, Orellana, con 36 años, sigue a la espera de una alternativa que dilate su carrera.

También Nicolás Castillo se encuentra en estos momento en situación de agente libre. El delantero de 29 años se formó en las categorías inferiores del combinado universitario, hasta que en 2014 puso rumbo a Bélgica para debutar en el fútbol europeo con el Brujas.

Su periodo de esplendor tuvo lugar un par de años más tarde, en su regreso a la precordillera, donde se alzó con el bicampeonato tras marcar veinticuatro goles. A partir de ahí, siguió trabajando en el exterior: primero en el Pumas mexicano con un rendimiento sobresaliente y después en el Benfica de Portugal, donde apenas tuvo minutos. En 2020 volvió a la liga azteca con el América y sufrió una trombosis que lo alejó de los terrenos de juego durante más de doce meses.

Sus últimos partidos los jugó en el Juventude de Brasil y en el Nexaca, ya casi sin protagonismo alguno. Castillo lleva medio año sin un contrato, pero mantiene la esperanza de recalar de nuevo en Universidad Católica.

Al margen de esta breve lista de cesantes con pasado universitario, existe más de una treintena de jugadores, también sin equipo, que ya están entrenando en las instalaciones del Sifup (Sindicato de Futbolistas Profesionales de Chile).

A la espera de que surja una oportunidad en el mercado de fichajes que los devuelva a la actividad, estos profesionales permanecen a las órdenes del técnico César Díaz, con el que podrían ir disputando partidos amistosos en las próximas semanas. La idea, claro está, no es otra que la de mantener el ritmo de competición, pensando siempre en un horizonte de continuidad a corto plazo.

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