La última semana ha sido de caos en el Complejo Fronterizo de Colchane, en la región de Tarapacá, donde numerosos migrantes cruzan diariamente desde Bolivia a Chile sin ninguna supervisión de las autoridades chilenas.
Muchos de los extranjeros que ingresan a Chile son venezolanos. De hecho, uno de ellos admitió a Meganoticias que no se le solicitó ningún documento para ingresar a Chile mientras caminaba con una maleta en la cabeza.
Según el periodista Pablo Tapia, solo la mañana de este viernes, varios grupos de personas ingresaron por la puerta de salida hacia Bolivia, sin que los funcionarios de aduanas revisaran sus bolsos, identificaciones o huellas dactilares.
Los residentes de Colchane denunciaron la situación, expresando su preocupación por la posibilidad de que migrantes involucrados en el crimen organizado o el narcotráfico ingresen al país.
Un taxista chileno indicó que los migrantes ingresan por un sector que debería ser solo una salida hacia el país vecino porque el proceso en la Aduana es demasiado lento.
El trabajador, llamado Víctor, señaló que solo hay cuatro autobuses al día para quienes cruzan la frontera y que “solo hay dos funcionarios de la PDI atendiendo, que son extremadamente lentos”.
“Esto debería ser de 24 horas, al igual que en Perú y Argentina, pero no entiendo por qué no lo hacen”, añadió.
En medio de las irregularidades en la supervisión del cruce fronterizo, causó controversia una fiesta con alcohol que tuvo lugar dentro del Complejo de Colchane, en la que participaron trabajadores en turno.
El incidente ocurrió la noche del pasado miércoles, mientras los funcionarios estaban de turno, lo que resultó en que el complejo abriera una hora y media más tarde al día siguiente.
