El campo literario en todas sus formas, le ha sido esquivo a la mujer desde hace siglos, ya que tradicionalmente se concibió como un espacio netamente masculino.
Una visión socio -cultural y patriarcal amparada por reglamentos, que mermaba la posibilidad de que una mujer aprendiera a leer o se educara, ya que estaba la percepción de que todo lo anterior podría “distraer” su rol fundamental en la sociedad: ser esposa y madre.
Mujeres al mando
“Ediciones Del Quijote, se gestó inicialmente por la necesidad de formalizar una empresa para proporcionar servicios de edición. Había renunciado a la compañía en la que me desempeñé como Directora editorial por 15 años y se me presentaron propuestas para trabajar en lo que sé y me gusta hacer”, cuenta Alicia.
“Nuestro equipo está liderado en un 100% por mujeres y el equipo de colaboradoras externas está por sobre el 90%. Y, definitivamente, nuestra historia como editorial visibiliza en parte el avance de la mujer en el ámbito de la literatura, de la edición y en el mundo del trabajo en general.
Pero también el empoderamiento femenino se ve en la cantidad de mujeres jefas de hogar, que son las principales y, muchas veces únicas, proveedoras de las necesidades familiares, que sacan adelante a sus familias. Son progresos reales y palpables, la mujer, con mucho esfuerzo y sacrificio ha ido ganando espacio y adquiriendo responsabilidad, también en este rubro, no sin sufrir la mirada muchas veces hostil masculina, que en ocasiones observa esta participación como una amenaza directa”, reflexiona la profesional.
“Pienso que, así como para el mundo femenino estos logros han generado un gran cambio, con sus costos asociados, también lo ha sido para el mundo masculino, aunque de manera distinta y como especie humana, convivimos y lo seguiremos haciendo, por lo tanto, veo el momento actual como una transición hasta llegar a equilibrarnos como géneros.
Cuando comentar la participación de la mujer en el mundo laboral no sea un tema, habremos logrado pararnos y aceptarnos hombres y mujeres como seres humanos, equilibradamente, de igual a igual, con sus potenciales, más allá de cualquier otra consideración”, agrega.
Innovación editorial nacional
Entre las innovaciones de Ediciones Del Quijote en conjunto con Caligrafix, Alicia cuenta que “fuimos los primeros en publicar un libro infantil “El cóndor pasa sobre el Norte“, con una aplicación de Realidad Aumentada, como una forma de aprovechar positivamente la atracción de los niños y niñas a la tecnología, en lugar de pelear con ella. Luego, otra publicación infantil “El Winnipeg, una travesía a la libertad“, asociada a códigos QR, donde se ofrece información histórica y de contexto de este hecho.
En relación a la participación de la mujer en el mundo de la literatura y la edición, Alicia comenta: “lo que observo en Chile y en distintos lugares, es que ha crecido en este ámbito, y también en el de la ilustración y la informática, que también son parte de esa área. De hecho, recuerdo “el paisaje” en las ferias del libro por ejemplo, de hace 20 o 25 años atrás, respecto de la cantidad de mujeres que uno veía en los salones de negocio o circulando en los pasillos profesionales y la diferencia con lo que pasa hoy es impresionante“, enfatiza.
“Pero, por otra parte y en general, tanto las empresas pequeñas como los grandes conglomerados editoriales siguen siendo dirigidos por hombres, ellos toman las decisiones importantes y los criterios que se suelen imponer son los de los hombres.
Entonces, desde esa perspectiva, y aunque suene fuerte o políticamente incorrecto lo que voy a decir, creo que la mujer es la creativa, la que tiene el empuje, la sensibilidad, la que hace la fuerza”, finaliza la profesional.