La primera como presidente para Gabriel Boric no ha sido muy tranquila luego que Izkia Siches, la primera ministra del Interior mujer en la historia de Chile, tuvo un gran impase en la región de la Araucanía, una zona en tensión por ataques incendiarios atribuidos a grupos radicales indígenas que reivindican tierras robadas.
En el trayecto, Siches pensaba reunirse con el padre de un indígena asesinado por un disparo policial en 2018, la comitiva fue presa de una emboscada según declaraciones policiales.
Un auto en llamas le cerró el paso y se escucharon disparos que obligaron al convoy a retroceder rápidamente, frustrando el ingreso de la segunda autoridad del país.
“Las balas interrumpieron o dieron por terminado el periodo de instalación que iba muy bien (…) Fue un poco abrupto”, indicaron.
En la región de la Araucanía se asientan gran parte de las comunidades mapuches que reivindican la restitución de tierras que consideran suyas por derechos ancestrales.
“Acá no hay nada que engañarse. Se acabaron los eufemismos y los cuentos. Ahora están en la bruta realidad, y la bruta realidad es que hay lugares en Chile donde la autoridad del Estado no puede entrar, porque tiene que pedir permiso”, indicaron.
En otros traspié de sus primeros días de Gobierno, el presidente Boric se enfrascó en una pelea con la corona española al acusar al rey Felipe VI de atrasar la ceremonia de cambio de mando -desmentido por la casa real.
La situación en la Araucanía es uno de los principales conflictos que deberá afrontar Boric, junto con poner en marcha una reforma tributaria para ampliar los beneficios sociales.
“Hoy día estamos avanzando con el acuerdo (ambiental) de Escazú; mañana lo haremos por el reencuentro entre los que habitan nuestros territorios, por las pensiones dignas, la salud de calidad, por la erradicación de la violencia de género”, dijo el mandatario.
