Las medidas y sanciones dirigidas a la economía y el sistema bancario de Rusia debido a su invasión militar de Ucrania están teniendo un gran impacto en el comercio mundial, pero se prevé que la situación será particularmente peor para algunos países latinoamericanos cercanos a Moscú y al régimen de Vladimir Putin.
El jefe de seguridad de la Casa Blanca para el Hemisferio Occidental, Juan González, anticipó que Cuba, Venezuela y Nicaragua sentirán el impacto de las sanciones por sus relaciones económicas con Rusia. Esto es especialmente cierto después de la decisión de la UE de excluir a siete instituciones financieras rusas de la red de pagos internacionales SWIFT.
“En América Latina, las sanciones bancarias afectarán más directamente a algunas empresas”, según Ryan Berg, investigador principal del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington.
Un ejemplo que señaló Berg es la corporación petrolera estatal venezolana PDVSA. “Tienen cuentas en Rusia y pueden tener dificultades para mover dinero y realizar transacciones financieras ahora”, agregó Berg.
Luego de recibir una serie de sanciones de EE. UU. durante la presidencia de Donald Trump, Venezuela recurrió a Rusia para evitar las medidas y seguir vendiendo su petróleo a través de intermediarios.
En 2019, cuando el país se encontraba en medio de una aguda crisis política, la administración de Nicolás Maduro incluso trasladó las oficinas de PDVSA en Lisboa a Moscú en un movimiento para asegurar aún más sus activos y preservar sus operaciones en Europa.
Pero las sanciones derivadas de la invasión de Rusia podrían obligar a Venezuela a buscar un nuevo camino para continuar con sus ventas de petróleo.
“Venezuela ha optado por el sistema financiero ruso y ha adoptado una dinámica compleja, y las sanciones pueden afectar su ingeniería financiera y su capacidad para realizar transacciones”, dijo el analista venezolano Asdrúbal Oliveros, quien dirige una firma económica con sede en Caracas.
“Estas medidas pueden dificultar la provisión de efectivo de Venezuela, aunque en la firma hemos proyectado mayores ingresos en la industria petrolera local este año. Las sanciones pueden seguir aumentando y el gobierno venezolano tendrá que encontrar nuevas estructuras para neutralizar su efecto”.
Se desconoce el valor total de los activos venezolanos en el extranjero ya que el gobierno no ha publicado datos. Sin embargo, el drástico desplome del rublo ruso durante la semana pasada también afecta las sumas de dinero que el país latinoamericano tiene almacenadas en cuentas bancarias rusas.
“Los ingresos por la venta de petróleo se convierten a dólares o euros y luego se transfieren a Venezuela. Esta dinámica, y la prohibición del sistema financiero ruso de la red SWIFT, podría impedir que Venezuela acceda al efectivo de las ventas de petróleo”, agregó Oliveros.
Aunque la mayoría de sus sólidos socios comerciales se encuentran en Europa y Asia, Rusia ha encontrado un terreno fértil en América Latina para fortalecer sus relaciones militares mediante el suministro de armas y asistencia.
En diciembre, Nicaragua y Rusia firmaron un acuerdo para atraer inversionistas y promover la aplicación de tecnologías nucleares en los campos energético, agrícola y médico.
De igual forma, el mes pasado Maduro prometió el apoyo de su gobierno a Rusia frente a la OTAN y estrechó la relación con Rusia al firmar nuevos acuerdos de cooperación militar y energética entre ambos países.
Sin embargo, las ventas militares de Rusia no están exentas de las sanciones. “Es posible que las empresas en Rusia que producen equipo militar no puedan vender nada a Venezuela, Nicaragua o Cuba”, dijo Berg.
Destacó que estas transacciones no solo afectan a las grandes compras sino también a los repuestos y al mantenimiento de los equipos.
