Una joven estadounidense se sacó los ojos, en California del Sur, para “acercarse a Dios”.
Kaylee Muthart, de 20 años, estaba bajo los efectos de la metanfetamina y el éxtasis, las cuales le causaron alucinaciones.
Durante el suceso, un pastor trató de detener a la muchacha cuando la escuchó gritar “¡Quiero ver la luz!”, pero se percató que los ojos ya no se podían salvar.
Según señaló Cosmopolitan, Kaylee dijo: “Empujé mi pulgar, índice y dedo medio en cada ojo. Agarré cada globo ocular, giré y tiré hasta que cada ojo salió de la cuenca. Parecía una lucha masiva, lo más difícil que he tenido que hacer”.
Asimismo, agregó que el hombre que la trató de ayudar la encontró con ambos globos oculares en sus manos, contando que “los había aplastado”, pero de alguna manera “seguían unidos a mi cabeza”.
Aún así, se siente optimista e incluso expresó que “perder mis ojos puede haber sido algo bueno porque no he usado drogas desde que tuve una operación en los nervios ópticos”.
“Me costó perder la vista para volver al camino correcto, pero desde el fondo de mi corazón, estoy tan contenta de estar aquí“, comentó.
