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Un hogar cálido: caminos para lograr un ahorro energético y económico eficiente durante el invierno

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EstufasCuando llegamos a casa desde nuestro trabajo o de la universidad lo mínimo que necesitamos son tres cosas simples: algo para comer, un buen descanso mientras miramos una serie o película y un clima cálido y cómodo.

Un ambiente sano dentro de nuestro hogar es imperativo para proteger nuestra salud y la de nuestra familia, sobre todo si hay niños pequeños. Sin embargo, también es igual de importante proteger nuestros bolsillos.

Además de calefactores eléctricos, aires acondicionados y estufas a pellet, existe una gran variedad de artefactos dedicados a aclimatar nuestras casas y sus habitaciones.

Aunque en épocas como el otoño ciertos electrodomésticos y aparatos ya no son tan indispensables como en el verano, sí es necesario comenzar a plantearnos cómo haremos para mantener nuestro hogar cálido ahorrando lo máximo posible de energía eléctrica y de gas. 

Creemos que es importante hacer un repaso de las variadas formas que existen para cuidar tanto de nuestra cuenta bancaria así como de los gastos energéticos, después de todo, todavía no poseemos fuentes de energías renovables que sean 100% eficientes o duraderas.

Después de todo, el invierno es una de las épocas en las que más electricidad y gas se gastan día a día.

La necesidad de comprender nuestras boletas

Revisar y entender los gastos en servicios mediante las boletas de agua, luz y gas es un primer gran paso para planear una economía sustentable en nuestro hogar.

Este “estudio” de las boletas puede llevarnos a respuestas muy importantes tales como qué tipo de aparatos nos conviene utilizar de acuerdo a los precios de los servicios, por ejemplo, ¿es más conveniente calentar el hogar con un aire acondicionado o una estufa?

En nuestro caso, de acuerdo a un artículo del medio Revista El, el uso de gas natural siempre fue más económico y por lo tanto el más elegido por los chilenos, según un estudio de la Universidad de Chile y la Dirección de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile (DICTUC). Esto se aplica a absolutamente todos los estratos sociales y tipos de hogares en todo el país.

Aun teniendo esto en cuenta, hay miles de hogares que no poseen una conexión a gas y que solo pueden calefaccionarse a través de una estufa eléctrica o un aire acondicionado que de calor.

Creemos firmemente que este es el único caso en el que calefaccionar con electricidad es inevitable, ya que la mayoría de las casas tienen electricidad pero hay muchas en las que el gas está ausente.

La importancia del aislamiento

La climatización de nuestro hogar no solo depende de los dispositivos que compremos o del servicio que utilicemos, sino también del tipo de aislamiento que tengamos colocados en nuestras puertas y ventanas.

La calidad del aislamiento es uno de los factores que determinan qué tan eficiente será la climatización de nuestro hogar. Tanto el frío de los aires acondicionados como el calor de cualquier calefactor pueden escaparse con facilidad entre las fugas de los aislantes.

En pocas palabras, de poco sirve tener la mejor estufa del mercado si a posteriori todo el calor que ofrece termina escapándose de nuestro hogar debido a un aislamiento de mala calidad.

Esto es fácil de evitar con una instalación sencilla de aislantes térmicos, también conocidos como “burletes”, que pueden conseguirse a un precio razonable en cualquier tienda de construcción y que cualquier persona es capaz de instalar por sí misma. 

Las herramientas de climatización más eficientes

Existe una amplia cantidad de productos relacionados con la climatización de los hogares que varían tanto en sus funciones como en los gastos que producen y la facilidad en su manejo.

Actualmente, muchos electrodomésticos como los televisores e incluso algunas cocinas poseen la facultad de ser “inteligentes”. En este aspecto, hay otros dispositivos que no se quedan atrás y que tratan directamente sobre nuestro tema.

Las estufas eléctricas

Los radiadores o estufas eléctricas se han vuelto bastante populares incluso siendo el servicio eléctrico bastante más caro que el gas.

Esto ocurre por una sencilla razón: el dispositivo físico, es decir la estufa eléctrica en sí, es más económica que la estufa a gas. Muchas personas compran las eléctricas sin pensar en los gastos a largo plazo, los cuales son menores utilizando un artefacto que trabaje con gas natural.

Una de las razones por lo que el calefactor eléctrico se volvió tan atractivo en los últimos años es que muchos de ellos son considerados de clase “Smart”. Estos nos permiten conectarnos a ellos a través de nuestros smartphones y nuestra red Wi-Fi para configurarlos como sea que deseemos: desde el encendido, apagado y la programación de horas de activación, hasta la graduación exacta que queramos de calor.

Las estufas de pellets

La estufa a pellets, aunque ya tiene sus años de existencia, sigue siendo una novedad que sigue atrayendo cada vez a más gente.

Se trata de estufas que pueden ser bastante caras, pero su alta eficiencia y calidad la convierten en una inversión muy inteligente a largo plazo, permitiendo a sus compradores hacer mayores ahorros a la hora de pagar la boleta del gas o la luz.

Es necesario aclarar que la mayoría de los modelos de las estufas de pellets son eléctricos, aunque también existen aquellas que no dependen en absoluto de la electricidad.

En este artículo vamos a repasar ambas opciones y veremos las diferencias que tienen una de la otra pero es aún más importante que primero entendamos como estas estufas funcionan en nuestros hogares. 

Esta clase de estufas funcionan a través de la quema de pellets. Los pellets son pequeñas grageas compuestas por madera prensada 100% natural y que funcionan como combustible de biomasa.

Este material es con el que se llena la estufa y, dependiendo de la cantidad que se desee quemar, puede calentar de forma eficiente y rápida hasta un hogar de tamaño mediano o incluso grande.

El único gran problema que conlleva la instalación de las estufas de pellets es que necesitan una salida de humo al exterior obligatoriamente, de lo contrario, puede ser tóxica para el interior del hogar.

Por este motivo, a veces instalarlas puede ser complejo y a veces imposible, ya que se necesita romper ya sea una pared o parte del techo de la casa, a fin de instalar la “chimenea” de la estufa, y no todos los hogares tienen esa posibilidad. 

En el caso de la estufa pellets clásica, es decir, conectada al sistema eléctrico, además de los requerimientos nombrados en el párrafo anterior, estas necesitan una toma de corriente segura, según las exigencias del reglamento de instalación.

Su funcionamiento es muy sencillo: se debe cargar un máximo de dos kilos de pellets (según el tamaño de la estufa), apretar el botón de encendido y configurar la duración deseada. ¡Todo lo demás es automático!

Por otro lado, tenemos la versión más económica de la estufa de pellets: las que no requieren conexión eléctrica.

A diferencia de las que sí la necesitan, estas estufas son completamente manuales y de funcionamiento mecánico en su totalidad. Esta clase de estufa es también configurable, puesto que somos nosotros los que decidimos la cantidad de pellets que queremos usar y la intensidad de calor que queremos que transmita. 

Entre sus ventajas, las estufas de pellets sin electricidad son menos ruidosas, ayudan en el ahorro de energía eléctrica, no requieren de arreglos caros y complejos como en el caso de los eléctricos y se averían con mucha menor asiduidad.

Podríamos afirmar que se trata de un artefacto llamativo para aquellos que desean no solo ahorrar en electricidad, pero que también disfrutan de estar más en contacto con el trabajo de calentar la casa.

Por otra parte, estas estufas son más difíciles de limpiar y, además, requieren de una ventilación mucho mayor dentro de nuestra casa, los pellets se terminan más rápido (por lo que producen mayores gastos en material), no pueden programarse como los eléctricos y no se pueden prender y apagar de forma automática.

Los termostatos “Smart”

Este tipo de producto, aunque consideramos que es de los mejores climatizadores de un hogar, es uno de los más complejos para instalar. Aunque su costo es alto, se trata de un dispositivo que, como indicamos antes sobre otros productos, vale mucho la pena a largo plazo.

Los termostatos inteligentes son cada vez más comunes en diferentes casas y departamentos gracias al toque moderno que ofrecen y la facilidad de su uso.

A muchos nos ha ocurrido salir de casa para ir a trabajar o a estudiar y recordar cuando ya estamos lejos que dejamos la estufa o el aire acondicionado encendidos.

Cuando tenemos instalados un sistema de termostato inteligente esto deja de ser un problema en seguida ya que, gracias a la app que viene con él, es fácil activarlos o desactivarlos desde cualquier sitio donde estemos, siempre y cuando estemos conectados a Internet.

Entre los termostatos inteligentes existen de diferentes precios, marcas y capacidades de funcionamiento diferentes.

Lo primero que hay que revisar al elegir nuestro nuevo termostato es la marca y modelo de la caldera o calefón que utiliza, de esta forma conoceremos sus capacidades técnicas y los dispositivos que podemos o no conectar allí.  Es así como podemos confirmar que nuestro nuevo termostato es compatible con ella. 

El manejo de esta clase de termostatos también puede variar en otros sentidos. Por ejemplo, existen termostatos inteligentes que solo pueden ser manipulados a través de su aplicación celular, por lo que el dispositivo físico dentro de la casa no posee una interfaz digital programable.

Al mismo tiempo, podemos encontrar termostatos que tienen la posibilidad de ser configurados tanto desde su posición en la casa como desde el celular.

Aun así, incluso el más básico de los termostatos inteligentes puede considerarse como el sistema definitivo para el control del clima de nuestro hogar, principalmente, porque aunque se trata de un dispositivo eléctrico, ayuda a reducir los gastos mensuales de energía entre un 20 % y un 50 % gracias a su capacidad de optimización de uso energético. 

Estos dispositivos nos permiten llegar a nuestra casa sabiendo que dentro de ella habrá una temperatura ideal ya que somos nosotros los que, según nuestros gustos y preferencias, arreglamos su configuración a través de la aplicación en nuestro Smartphone.

A fin de comprender lo fantástica que puede ser esta tecnología climatizadora tenemos que nombrar a los termostatos que son capaces de integrarse de forma domótica con otros dispositivos del hogar.

Por ejemplo, para los fanáticos del cine, es posible configurar el termostato para que se ajuste al clima de una película que estamos viendo, a fin de vivir la experiencia cinematográfica de una manera más inmersiva.

Finalmente, no podemos olvidar lo importante que son el mantenimiento y la garantía que la empresa a la que compramos el termostato ofrece. Siempre es recomendable leer con cuidado el contrato de compra, a fin de que la compañía se haga cargo de los gastos por un tiempo determinado ante una malfunción del termostato.

Otras formas de mantener cálido nuestro hogar

Aunque muchos no lo crean, hay varias formas de calentar nuestras casas sin la necesidad de gastar en calefacción (sobre todo eléctrica) o estufas en oferta.

En primer lugar es recomendado que, durante el día, dejemos las cortinas de la casa abiertas, a fin de que la luz solar penetre en ella y caliente su interior. Esta técnica es muy efectiva en estaciones como el otoño, el invierno y los comienzos de la primavera.

En segunda instancia, cerrar todas las puertas de los ambientes que acabamos de utilizar es una excelente técnica para resguardar el calor obtenido naturalmente en todas las habitaciones en las que nos encontramos y dejamos de usar.

En tercer lugar, que ya lo hemos visto, debemos asegurarnos de que el aislamiento de nuestras puertas y ventanas sea 100 % efectivo.

Por último (y esto pocos lo saben), las paredes pintadas con colores oscuros ayudan a mantener el calor del día por mucho tiempo.

Aunque las estufas y calefactores siempre son necesarios para el invierno, ¡si aprovechamos estos simples trucos no hará falta hacer gastos mayores con electrodomésticos y otros dispositivos relacionados al clima de nuestra casa!

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