Hay silencio del actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien perdió la segunda vuelta de las elecciones del domingo, negándole un segundo mandato.
Más de 36 horas después de la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva, Bolsonaro sigue sin reconocer su derrota.
El populista de derecha abierto Bolsonaro se ha mantenido inusualmente callado. Ni siquiera ha emitido una declaración pública.
Su ministro de comunicaciones dijo que Bolsonaro planea reunirse con los jueces de la Corte Suprema del país, pero no impugnará los resultados de las elecciones, informó Reuters el martes por la mañana.
Da Silva, un expresidente de izquierda durante dos mandatos, ganó las elecciones con el 50,9% de los votos, en comparación con el 49,1% de Bolsonaro, el margen más estrecho en Brasil al menos desde su regreso a la democracia en la década de 1980.
El continuo silencio de Bolsonaro ha alimentado la preocupación de que pueda negarse a reconocer los resultados, como advirtió anteriormente. Pero algunos de los aliados del titular han reconocido la derrota electoral, y el hecho de que la victoria de da Silva también haya sido reconocida en el extranjero dificultaría mucho que Bolsonaro impugne los resultados.
Los aliados de Bolsonaro dicen que cederá, pero no felicitará a da Silva.
En declaraciones a sus seguidores en São Paulo la noche de las elecciones, el presidente electo da Silva dijo: “En cualquier otro lugar del mundo, el presidente que perdió ya me habría llamado y concedido“.
Mientras tanto, los camioneros leales a Bolsonaro continúan bloqueando carreteras en al menos 13 estados brasileños diferentes, lo que provoca importantes interrupciones. El camino al aeropuerto internacional de São Paulo fue bloqueado y muchos vuelos fueron cancelados debido a la interrupción.
Muchos camioneros se encuentran entre los partidarios más acérrimos de Bolsonaro, y se han beneficiado de políticas como la reducción de los costos del diésel.
El martes por la mañana, la Corte Suprema de Brasil ordenó a la policía vial federal que despejara los bloqueos.
Bolsonaro dijo una vez que “solo Dios” podría destituirlo de su cargo y ha hecho reiteradas declaraciones infundadas sobre el fraude electoral a lo largo del ciclo electoral.
Pero el presidente electo da Silva sigue adelante con los planes de transferencia. Los medios locales informan que Lula, como se le conoce popularmente, comenzará a nombrar a su equipo de transición a partir del martes. Debe asumir el cargo el 1 de enero.
