La búsqueda de vida en otros planetas es una de las áreas en las que se centra la investigación de la NASA. Sin embargo, hay algunas teorías que sugieren que los extraterrestres pueden haber visitado la Tierra alguna vez.
Estos sucesos se denominan con frecuencia ovnis u objetos voladores no identificados, aunque la NASA prefiere referirse a ellos como “fenómenos anómalos no identificados” o UAP.
La agencia espacial ha presentado ahora los hallazgos previos de una investigación independiente sobre si hay otras civilizaciones en el universo además de los humanos.
16 científicos han estado trabajando en esto durante seis meses. Astrofísicos, biólogos, periodistas científicos, expertos en inteligencia artificial y hasta un astronauta, Scott Kelly, se han sumado a este equipo multidisciplinar.
Dado que el estudio completo se publicará en julio, los miembros del equipo celebraron una larga reunión para discutir los hallazgos preliminares. También han declarado que no ignorarán “lo que contiene el mundo natural”, y agregaron que creen que “hay mucho que aprender” sobre el universo.
Los científicos han abogado por eliminar el estigma asociado con el estudio de los ovnis y nos instan a hacer un esfuerzo por comprender estos fenómenos inexplicables para avanzar en el conocimiento.
“Una oportunidad para explicar lo insondable. Dan Evans, uno de los autores del estudio, dijo que también tiene como objetivo comprender los fenómenos que tienen lugar en nuestro espacio aéreo”.
La NASA estudia el origen de los ovnis
Dado que muchos avistamientos de ovnis no se explican o detallan adecuadamente para ser entendidos, una de las áreas de investigación en las que la NASA se ha centrado es el estudio de los avistamientos de ovnis. La agencia espacial quiere proporcionar una “hoja de ruta” para estudiarlos de manera similar, similar y científica como resultado.
Sin embargo, según Sean Kirkpatrick, la mayoría de los avistamientos entre 1996 y 2023 ocurrieron en altitudes de vuelo en avión en lugar de en tierra o en el espacio exterior. Estos fenómenos se han descrito típicamente como objetos esféricos, blancos o plateados que varían en altura de uno a cuatro metros.
La mayoría de estos avistamientos han ocurrido en las costas este y oeste de los Estados Unidos, así como en el Medio Oriente, Asia, África y el norte de Europa. Entonces, para preparar su estudio de “hoja de ruta” de UAP, los científicos han examinado estos avistamientos.
Los científicos también llaman la atención sobre el hecho de que la investigación está limitada por la privacidad. Es un desafío realizar este tipo de análisis en todos los UAP registrados porque muchas de las plataformas de sensores que se utilizan para registrar datos u ondas de radio se clasifican con frecuencia.
