Tragedia marítima: casi 3 mil vacas llegan en grave estado a Libia tras fallida exportación desde Uruguay
El buque Spiridon II, que zarpó desde Uruguay hacia Turquía en septiembre con 2.901 vacas vivas, volvió a encender las alarmas internacionales tras atracar este viernes en Libia, con el cargamento en condiciones críticas. El viaje, que lleva más de dos meses, se transformó en un símbolo del cuestionado negocio de exportación de animales vivos.
El barco permaneció sin poder descargar en Turquía debido a problemas de documentación, lo que prolongó el encierro y el hacinamiento. Durante ese período, se estima que 58 bovinos murieron a bordo, mientras que novillas preñadas dieron a luz 140 terneros, muchos sin posibilidades reales de sobrevivir.
A la incertidumbre del destino final —que ahora apunta a Líbano para faena— se suma otro dato inquietante: el carguero habría apagado su GPS, presuntamente para eludir la supervisión de organizaciones proteccionistas.
Para la activista uruguaya Rita Rodríguez, la situación refleja una cadena de responsabilidades difusas: “Nadie se hace cargo. El Estado se desentiende y lo deja como un conflicto entre privados”, denunció en redes sociales, cuestionando la falta de supervisión sanitaria.
La Animal Welfare Foundation (AWF), que monitorea el caso desde el inicio, asegura que el barco viaja sin veterinario a bordo, algo “imprescindible en trayectos de larga duración”. Según su directora, Maria Boada Saña, la mayoría de los animales “no sobrevivirá a este viaje” debido a la falta de alimento, agua y asistencia médica.
La crisis también afecta a la tripulación, que estaría viviendo en condiciones precarias y sin preparación para manejar ganado enfermo o moribundo, lo que la AWF calificó como “una tragedia evitable”.
El episodio vuelve a instalar un debate global: ¿es éticamente sostenible transportar animales vivos por miles de kilómetros solo para faena? Mientras organizaciones presionan por prohibiciones y mayor regulación, el Spiridon II sigue navegando sin certezas ni responsables claros.