Presidio perpetuo calificado para padre que asesinó a su hija lactante y agredió brutalmente a sus otros dos hijos en Puerto Montt

En uno de los fallos más duros del sistema penal chileno en los últimos años, el Tribunal Oral en lo Penal de Puerto Montt condenó a presidio perpetuo calificado a un hombre —cuya identidad se mantiene en reserva para proteger a las víctimas sobrevivientes— por el crimen de su hija recién nacida y los ataques reiterados contra sus otros dos hijos, todos lactantes al momento de los hechos.
La condena fue dictada este martes en la capital de la Región de Los Lagos, acogiendo íntegramente la solicitud de la Fiscalía de Puerto Montt, que desde el inicio de la investigación persiguió la pena más alta del ordenamiento jurídico chileno.
Crimen atroz y patrón de violencia
El hombre fue declarado culpable del delito de parricidio consumado por la muerte de su hija de 45 días de vida, y de dos delitos de parricidio frustrado cometidos contra la hermana gemela de la víctima fatal y su hermano mayor, agredido años antes.
La fiscal del caso, Pamela Salgado, explicó que el condenado deberá cumplir “al menos 40 años de cárcel efectiva” antes de poder postular a cualquier tipo de beneficio. En la práctica, la sentencia significa privación de libertad de por vida.
“Fue la pena que solicitamos desde el inicio, dada la brutalidad de los hechos y la reiteración del patrón delictual”, señaló la persecutora.
17 fracturas y daño neurológico: evidencia que estremeció al tribunal
Durante el juicio oral se presentaron pericias forenses concluyentes. La lactante fallecida murió producto de un traumatismo craneoencefálico severo, y su pequeño cuerpo mostraba 17 fracturas en distintas etapas de sanación, prueba irrefutable de una violencia sostenida y sistemática.
La hermana gemela, aunque sobrevivió, también fue víctima de agresiones similares. Sufrió siete fracturas y un traumatismo craneal cuyas consecuencias aún se evalúan. Ambos casos fueron calificados por los expertos como indicativos de maltrato infantil grave y reiterado.
La investigación reveló además que el hermano mayor de las gemelas, en el año 2019, también había sufrido un patrón similar de ataques: con apenas 19 días de vida, fue víctima de fracturas múltiples y un traumatismo craneoencefálico que le dejó secuelas neurológicas permanentes.
Un fallo que marca un precedente
El caso fue liderado por el Ministerio Público y desarrollado por la Brigada de Homicidios de la PDI de Puerto Montt, en coordinación con equipos forenses. La sentencia se sustenta en un historial comprobado de violencia intrafamiliar extrema, cometido contra los hijos biológicos del agresor en distintas etapas.
En el Código Penal chileno, el parricidio es uno de los delitos más severamente castigados, y su forma calificada exige un mínimo de 40 años de cumplimiento efectivo, antes de optar a algún tipo de libertad condicional.
“Estamos satisfechos con la resolución. Este resultado refleja el trabajo riguroso que desplegamos para hacer justicia por las víctimas más vulnerables: los niños”, concluyó la fiscal Salgado.