Proyectos en los que se funden la teoría y la práctica, mientras ocurre la inserción laboral
Experiencias inmersivas: el nuevo estándar para formar talento joven
Experiencias inmersivas: el nuevo estándar para formar talento joven
En un contexto donde la industria del software enfrenta una creciente demanda de perfiles con habilidades técnicas y humanas cada vez más sofisticadas, las experiencias inmersivas se consolidan como uno de los modelos de formación más eficaces para estudiantes avanzados y jóvenes profesionales. Estas propuestas reemplazan el aprendizaje pasivo por una lógica “hands-on”: aprender haciendo, en entornos que replican la dinámica real de la industria.
La tendencia no es anecdótica: el World Economic Forum viene señalando que el crecimiento de las capacidades digitales requiere modelos más prácticos y con credenciales claras, especialmente en habilidades vinculadas a lo digital, datos y tecnología aplicada.
Por qué las experiencias inmersivas ganan terreno
Las experiencias inmersivas aplicadas a software suelen combinar trabajo en proyectos reales o escenarios simulados, con resultados y feedback continuo. Del mismo modo, proponen labores auxiliadas por mentores, para acelerar la madurez profesional. Estimulan el trabajo colaborativo y remoto, reflejando el funcionamiento real de la industria. Y promueven igualmente el desarrollo de habilidades blandas, cada vez más determinantes para la empleabilidad.
En línea con esto, Deloitte destaca que las experiencias de formación en entornos inmersivos pueden impulsar el compromiso del participante y acercar la práctica al contexto real del trabajo, mejorando la calidad del entrenamiento.
Datos que respaldan el enfoque.
Más allá de la narrativa, los resultados medibles también están impulsando esta adopción. Un estudio de PwC sobre entrenamiento en entornos inmersivos concluyó que quienes se capacitan en VR fueron: hasta 275% más confiados para aplicar lo aprendido, 4 veces más rápidos en completar el entrenamiento comparado con el aula, más enfocados y más conectados emocionalmente con los contenidos que en modalidades tradicionales.
Este tipo de evidencia explica por qué las experiencias inmersivas hoy se consideran una herramienta clave para cerrar la brecha entre formación y mercado laboral.
Un ejemplo vigente
Se trata del caso N5: “Summer Experience”, un programa de talento joven con enfoque inmersivo en América Latina. Lanzado para enero 2026 convoca a jóvenes estudiantes o flamantes profesionales de Chile y Argentina. “Summer Experience”, es la propuesta que ha hecho N5, una empresa de software especializada en soluciones para la industria financiera.
Según información difundida en medios regionales, la iniciativa se presenta como la primera edición de su Programa de Talento Joven, orientado a estudiantes avanzados y graduados recientes, con el objetivo de ofrecer una experiencia inmersiva en proyectos reales, combinando aprendizaje práctico, mentoría y exposición internacional.
Algunas fuentes —como es el caso de i Prop up— remarcan, además, que allí, como en otras experiencias, se valoran perfiles con competencias regionales y culturales, incluyendo manejo de idiomas, lo cual refleja el foco del programa en equipos distribuidos y contexto internacional.
Este tipo de programas responde a un cambio estructural del mercado: las compañías ya no buscan únicamente conocimiento técnico, sino experiencia aplicable, adaptabilidad y habilidades de colaboración en entornos reales.
Una respuesta concreta a la brecha de talento
El World Economic Forum remarca en distintos análisis que las experiencias “del mundo real” —como simulaciones, talleres basados en escenarios y proyectos colaborativos— son una de las vías más efectivas para conectar teoría con aplicación y acelerar la preparación para el trabajo en un entorno tecnológico dinámico.
En ese marco, las experiencias inmersivas se consolidan como un modelo de alta eficacia para: acelerar onboarding y preparación profesional; formar perfiles híbridos (técnico + humano);acercar a jóvenes al ritmo real del sector; mejorar retención de aprendizaje y confianza para actuar.
Las experiencias inmersivas ya no son una tendencia experimental: se están transformando en un nuevo estándar de formación para la industria del software. La combinación de práctica real, acompañamiento, exposición a equipos globales y modelos de entrenamiento basados en escenarios tiene impacto medible y responde directamente a lo que hoy demandan las organizaciones tecnológicas.
Programas como N5 Summer Experience muestran cómo este enfoque puede diseñarse desde la región para acelerar la formación de talento con proyección internacional y capacidades listas para el mundo laboral desde el primer día.