3I/ATLAS: el cometa interestelar que podría ser una nave extraterrestre, según Avi Loeb

Mientras la NASA lo incluye en su lista de vigilancia planetaria, el astrofísico Avi Loeb plantea una hipótesis provocadora: podría tratarse de una nave nodriza extraterrestre enviada desde otra civilización.
domingo 26 de octubre de 2025

El misterioso objeto 3I/ATLAS ha desconcertado a la comunidad científica por su comportamiento anómalo y composición poco común. Mientras la NASA lo incluye en su lista de vigilancia planetaria, el astrofísico Avi Loeb plantea una hipótesis provocadora: podría tratarse de una nave nodriza extraterrestre enviada desde otra civilización.

El objeto 3I/ATLAS, detectado en julio de 2025 por el sistema de alerta ATLAS, ha despertado un intenso debate mundial. Su trayectoria hiperbólica indica que proviene de fuera del sistema solar, lo que lo convierte en el tercer cuerpo interestelar observado tras Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019).

Sin embargo, este cometa presenta características que lo diferencian de los anteriores: una composición inusual rica en dióxido de carbono, una velocidad anómala y un cambio inexplicable en la dirección de su cola, fenómenos que han desconcertado incluso a los expertos de la NASA y la ESA.

Las razones detrás de la hipótesis extraterrestre

El astrofísico de Harvard Avi Loeb sostiene que 3I/ATLAS podría no ser un cometa natural, sino una nave nodriza de origen artificial. En una entrevista y artículo reproducido por varios medios, Loeb enumeró ocho razones que lo llevan a esta conclusión:

  1. Trayectoria inusual que no se ajusta al comportamiento esperado de un cuerpo expulsado de otro sistema estelar.
  2. Reflejos luminosos irregulares que podrían deberse a una superficie metálica o a paneles artificiales.
  3. Ausencia de una coma tradicional en algunas fases, pese a estar cerca del Sol.
  4. Composición química atípica, con predominancia de COâ‚‚ sobre el agua.
  5. Cambios en la dirección de su cola, como si estuviera maniobrando.
  6. Aceleraciones no gravitacionales detectadas por telescopios espaciales.
  7. Tamaño y densidad inconsistentes con los modelos de cometas conocidos.
  8. Coincidencia temporal con la detección de ráfagas de radio interestelares procedentes de la misma región.

Según Loeb, estos elementos merecen una investigación más profunda:

“No afirmo que sea tecnología alienígena, pero tampoco podemos descartarlo sin analizar todos los datos”, subrayó.

La posición de la NASA y la comunidad científica

Mientras tanto, la NASA incluyó a 3I/ATLAS en su lista oficial de objetos en observación dentro del protocolo de defensa planetaria, un procedimiento reservado para cuerpos que requieren monitoreo detallado.

La agencia espacial no respalda la hipótesis extraterrestre, pero reconoce que el cometa exhibe comportamientos inesperados, como la variación en su luminosidad y la inversión temporal de su cola, fenómeno confirmado por la European Southern Observatory (ESO) y la Agencia Espacial Alemana (DLR).

Científicos de instituciones europeas y estadounidenses insisten en que, aunque intrigante, no existe evidencia directa de tecnología artificial. La mayoría considera que los movimientos anómalos podrían explicarse por chorros de gas asimétricos o procesos térmicos poco comunes en cuerpos interestelares.

Lo que hace único al 3I/ATLAS

Este cometa destaca por varias particularidades que lo convierten en un objeto de estudio sin precedentes:

  • Composición dominada por COâ‚‚, inusual entre cometas del sistema solar.
  • Variación repentina en su dirección de cola, observada en octubre 2025 por el telescopio Pan-STARRS.
  • Velocidad de entrada superior a 60 km/s, lo que sugiere un origen fuera del plano galáctico habitual.
  • Comportamiento térmico atípico, ya que mantuvo su estructura pese a la intensa radiación solar.

Para los astrónomos, cada uno de estos rasgos aporta pistas sobre la formación y dinámica de sistemas planetarios lejanos, mientras que para el público general despierta preguntas sobre la posibilidad de vida inteligente más allá de la Tierra.

Ciencia, especulación y el valor del debate

El caso 3I/ATLAS refleja cómo la frontera entre la ciencia y la especulación puede ser un terreno fértil para el descubrimiento. Aunque la mayoría de los astrónomos descartan la hipótesis extraterrestre, el debate ha impulsado nuevas campañas de observación internacional y un renovado interés en la búsqueda de tecnofirmas (indicios de tecnología no humana).

Más allá de su naturaleza, este visitante interestelar nos recuerda que el universo aún guarda misterios imposibles de ignorar. Tal como dijo Loeb:

“Cada objeto que desafía nuestras suposiciones es una oportunidad para aprender más sobre nosotros mismos y sobre el cosmos”.

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