Activision cancela Warzone Mobile: fracaso en la adaptación móvil de su franquicia estrella

A poco más de un año de su estreno global, Call of Duty: Warzone Mobile ha sido oficialmente descontinuado por Activision. La noticia —que se confirmó a través de un comunicado en el sitio oficial de la empresa— sorprendió a la comunidad gamer, especialmente a quienes esperaban que la franquicia de disparos más exitosa del mundo se consolidara también en los dispositivos móviles. Pero el experimento no cumplió su promesa.
La decisión, fue efectiva desde el 19 de mayo de 2025, implica que el título ya no está disponible en tiendas como Google Play o App Store. Además, se desactivarán funciones clave como las compras con dinero real y las herramientas sociales dentro del juego. Para quienes ya tenían el título instalado, aún se podrá jugar por un tiempo limitado, aunque sin actualizaciones ni contenido nuevo.
Un intento fallido de trasladar el éxito a la palma de la mano
El fracaso de Warzone Mobile no responde únicamente a cifras de descarga o rendimiento técnico. Más bien, revela una tendencia cada vez más evidente: las fórmulas que funcionan en PC y consolas no necesariamente se traducen con éxito al mundo móvil. Aunque Activision prometía una experiencia “completa” de Warzone en pantalla pequeña, el resultado quedó lejos de las expectativas, tanto en jugabilidad como en retención de usuarios.
Mientras que la versión original de Warzone —nacida como un "battle royale" gratuito en 2020— marcó un antes y un después para la franquicia Call of Duty, su adaptación móvil tuvo que enfrentar una dura competencia y una base de jugadores con necesidades diferentes: sesiones más breves, optimización extrema, menos complejidad, pero igual nivel de entretenimiento.
¿Qué pasará con los jugadores?
Activision intentó amortiguar el golpe ofreciendo beneficios a quienes vincularon sus cuentas entre Warzone Mobile y otros títulos del ecosistema, como Call of Duty: Mobile. Sin embargo, el cierre del juego deja un precedente incómodo para los estudios que apuestan por adaptar títulos de gran escala sin considerar las particularidades del formato móvil.
En última instancia, esta retirada obliga a las grandes franquicias a repensar su manera de abordar a una comunidad móvil que ya no quiere experiencias “reducidas” o simplemente “portadas”, sino juegos diseñados desde cero para sus pantallas y dinámicas de uso.