El pasado jueves 29 de abril, se dio a conocer que una triste noticia, donde una joven enfermera que trabajaba en la UCI del Hospital Clínico de Viña del Mar, se quitó la vida.
La joven identificada como Vanessa Araya de 29 años se habría suicidado por el acoso laboral que sufría en dicho recinto de salud.
Tras darse a conocer la noticia, una persona que informó el hecho indico que este no seria la única muerte.
“En el Hospital Clínico de Viña del Mar ya se han suicidado 2 jóvenes enfermeras (Florencia y Vanessa) en menos de un año, ambas trabajaban en UCI”, señaló.
“Ante largas jornadas laborales, la presión de una unidad compleja con alta demanda en contexto pandemia, se sumó el acoso laboral, por funcionarias, las cual maltrataban, ignoraban, acosaban laboralmente, le realizaban la ley del hielo y omitían información de usuarios, lo que es muy complejo”, indicó.
Ante esto, la madre de la otra enfermera que murió por la misma razón, Florencia de 25 años, comentó que “falleció por estrés, angustia, acoso y abuso laboral. Que casualidad que ambas chicas estaban en la UCI de la Clínica”.
“Mi hija partió de este mundo después de padecer por semanas turnos complejos donde nadie le explicaba nada, además nunca tuvo apoyo ni se le reconoció nada”, comentó.
Sin embargo, por medio de un comunicado oficial, el Colegio de Enfermeras lamentó la situación y señaló que manejan los antecedentes del caso expuesto.
“Los equipos están trabajando con una presión excesiva, cumpliendo turnos extenuantes, con poco tiempo de descanso y muchas veces alejados de sus familias, en condiciones contractuales precarias, considerando la alta responsabilidad que significa cuidar personas y salvar sus vidas”, indicaron.
