Con la llegada de la nueva Variante Delta a Chile las preguntas sobre cómo prevenir el contagio han ido en aumento, pero muchas personas han dejado que mascarilla usar.
Hace unos días fue la misma Subsecretaria de Salud, Paula Daza, recomendó el uso de una mascarilla de tres pliegues o como es conocida, una quirúrgica para evitar cualquier contagio.
Sin embargo, expertos de la Universidad de Harvard de EEUU dicen que la mascarilla más efectiva sería la N95 (también la KN95).
Un profesor asociado a la dicha institución, escribió una columna para el diario The Washington Post, en la cual expone por qué la N95 es la mejor opción.
“Una máscara de tela típica puede capturar la mitad de todos los aerosoles respiratorios que salen de nuestra boca cuando hablamos, cantamos o simplemente respiramos. Una máscara de tela de tejido apretado puede llevarlo al 60 o al 70 por ciento, y una máscara quirúrgica azul puede llevarlo al 70 u 80 por ciento”, comenzó hablando.
Sin embargo, recalca que la N95 debería usarse como obligación para el sistema de salud, “Las máscaras a las que me refiero, por supuesto, son las N95. Estos son baratos –prepandémicos cuestan alrededor de 50 centavos– y fáciles de fabricar. Sin embargo, nuestro país no ha invocado la Ley de Producción de Defensa para producir suficientes máscaras para los trabajadores de la salud y otros trabajadores esenciales”, comentó.
Por último mencionó que no es obligación para una persona que haga su vida de trabajó habitual usar este tipo de mascarilla, “Muchas personas preguntan si necesitan un N95 en sus carreras matutinas o mientras están sentados en un banco del parque. La respuesta a ambos es no. Elija máscaras según el nivel de riesgo de esa actividad. Si sale a trotar sin nadie o sale a caminar con un amigo, una simple mascarilla de tela de dos o tres capas está bien. Pero use una máscara de alta fidelidad o una máscara doble si se dirige al interior. Si eres un trabajador esencial, una máscara de alta fidelidad es fundamental”.
