BBC: El misterio de la nube que mató a más de 1.700 personas y 3.500 cabezas de ganado

"Cerca de las 11 de la noche me desperté y no pude levantarme, estaba confundido. No sabía lo que estaba pasando", contó después uno de los sobrevivientes.
Era el 21 de agosto de 1986. Cuando estaba amaneciendo, los pobladores de varias aldeas del noroeste de Camerún descubrieron al despertar que muchos de sus amigos y vecinos habían muerto durante la noche.
"A la mañana siguiente vi que había gente tirada en las calles, algunos estaban muertos", relató el testigo. "En nuestro poblado perdimos a mucha gente, unas 75 personas murieron".
La cifra total, sin embargo, fue muchas veces más alta: ese día murieron unas 1.700 personas en Camerún.
El motivo: la inhalación de gases tóxicos emanados de un lago volcánico.
Los informes señalaron que todas las víctimas vivían en poblados cercanos al lago Nyos, cerca de la frontera de Camerún con Nigeria.
El desastre fue tan grave que el presidente del país apeló a la ayuda internacional.
La investigación
Pasaron varias semanas de investigaciones científicas para descubrir qué había ocurrido en la zona.
Se llamó a expertos de todo el mundo para que ayudaran a desvelar el misterio. Uno de ellos fue el médico británico Peter Baxter, quien llegó a la zona unas dos semanas después del desastre.
"Todavía había cuerpos de personas y animales muertos esparcidos en las colinas de la zona. Cuando llegamos al pueblo de Nyos, que era un grupo de pequeñas chozas de barro, todo estaba en silencio y no había señales de vida", le cuenta el doctor Baxter al programa "Witness" de la BBC.
"Y cuando nos acercamos al lago, el lago Nyos, al que se llegaba escalando una pequeña colina, vimos que sus aguas estaban muy calmadas, inalteradas, pero había peces y vegetación muertos en la superficie en los márgenes del lago".
"La única vida que pudimos ver en el agua eran ranas, que son muy resistentes a las alteraciones y parecían estar prosperando en estas aguas", agrega Peter Baxter.
George Kling, profesor de la Universidad de Michigan, también fue invitado a ayudar en la investigación.
"Cuando llegamos al lago Nyos había una atmósfera escalofriante, toda la gente y todos los animales de la zona estaban muertos", cuenta.
"Había silencio, pero todos los edificios estaban de pie y no parecía que hubiera habido un huracán o una inundación o algo por el estilo".
"Cuando subimos hacia el lago vimos una zona de destrucción. Antes del desastre el lago era un lugar muy hermoso, con sus aguas cristalinas azules. Sólo un año antes habíamos estado nadando en el lago, pero ahora todo estaba completamente transformado", continúa Kling.
"El agua de la superficie era de un color marrón rojizo, había matas de vegetación enormes flotando a lo largo y ancho del lago. Esa vegetación provenía de las orillas donde olas enormes del lago habían arrasado y destruido toda la vegetación que estaba cerca del lugar", recuerda el catedrático.
Misterio
La evidencia física sugería que una ola de unos 40 metros de alto se había creado como resultado de una alteración en la profundidad del lago.