“¿Dependencia o estrategia? El millonario acuerdo petrolero de ENAP que divide opiniones en Chile
La Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) concretó esta semana una operación sin precedentes para la seguridad energética del país: un acuerdo comercial valorizado en US$12.000 millones, el más grande firmado por la estatal en toda su historia.
La alianza se establece con un consorcio de operadoras de Vaca Muerta en Argentina y asegura un suministro estable de crudo a Chile hasta 2033, mediante el uso sostenido del Oleoducto Trasandino (OTASA). Con ello, el país reduce su dependencia de los fletes marítimos y posiciona al Biobío como un punto estratégico para el abastecimiento y la integración energética regional.
La firma del contrato representa un hito para la cooperación binacional. ENAP cerró acuerdos de largo plazo con YPF, Vista Energy, Shell Argentina y Equinor, cuatro de los actores más relevantes de la cuenca neuquina. El plan contempla un flujo continuo de hidrocarburos desde 2026 hasta 2033, lo que permitirá cubrir cerca del 35% de la demanda anual de crudo de la estatal chilena con petróleo trasandino.
A diferencia de las compras spot, habituales en el mercado, esta operación configura una asociación estratégica, orientada a otorgar estabilidad y previsibilidad al suministro nacional. El transporte se realizará íntegramente a través del OTASA, un ducto de 400 kilómetros rehabilitado en 2023, con capacidad para mover hasta 110.000 barriles diarios desde Neuquén hasta la Refinería Bío Bío en Hualpén. La reactivación de esta infraestructura, tras casi dos décadas inactiva, permitió habilitar un negocio que hasta hace pocos años era considerado inviable.
Blindaje frente a la volatilidad global
Bajo la gestión del gerente general Julio Friedmann, ENAP impulsa una estrategia centrada en reducir riesgos geopolíticos y financieros. El traslado por oleoducto elimina la dependencia del transporte marítimo, disminuye los costos asociados a los fletes y acorta notablemente los tiempos de entrega. Además, el crudo proveniente de Vaca Muerta destaca por su bajo contenido de azufre, atributo que favorece los procesos de refinación y recorta los costos industriales.
Más allá del suministro interno, el acuerdo abre una nueva fase para la región. El Terminal Marítimo San Vicente, en Talcahuano, se perfila como un punto logístico de alcance internacional. ENAP proyecta que, en el mediano plazo, la estatal podría iniciar operaciones de trading energético, reexportando excedentes de crudo argentino hacia mercados asiáticos desde los puertos del Biobío, potenciando el rol de Chile como plataforma regional.
En el corto plazo, se prevé un aumento progresivo en la capacidad de bombeo del OTASA para cumplir con las metas iniciales del contrato, fortaleciendo una interdependencia energética entre Chile y Argentina que marca un cambio estructural para el Cono Sur.