Detención de "Pure Cartier" marca un hito en la lucha contra el crimen organizado en la región de Los Lagos

En una destacada operación internacional, las fuerzas de seguridad de Chile y Colombia lograron desarticular una de las facciones más peligrosas del Tren de Aragua, la organización criminal "Hermanos Cartier". Gabriel Florentino Acosta Escalante, alias "Pure Cartier", fue arrestado en el municipio de Peñol, Antioquia, en Colombia, en un operativo que subraya la creciente cooperación entre países para enfrentar el crimen transnacional.
El líder delictivo y su red internacional
Acosta Escalante, de 30 años y nacionalidad venezolana, es señalado como el máximo líder de la peligrosa agrupación "Hermanos Cartier", una facción del Tren de Aragua que operaba con brutalidad en Chile. Aunque nunca puso un pie en suelo chileno, "Pure Cartier" dirigía las actividades criminales desde el extranjero, moviéndose entre Venezuela y Colombia, donde mantenía el control total sobre su red.
La captura, realizada por la Policía Nacional de Colombia en cumplimiento de una orden de Interpol solicitada por Chile, es un ejemplo claro de cómo el crimen organizado trasciende las fronteras nacionales, y la necesidad de una respuesta global y coordinada para erradicarlo.
Una investigación que se extendió por más de un año
La investigación que condujo a la captura de Acosta Escalante comenzó en 2024, cuando la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), específicamente la Brigada Investigadora de Robos (BIRO) de Puerto Montt, comenzó a investigar una serie de robos con intimidación cometidos contra trabajadoras sexuales, mayormente venezolanas, en la región de Los Lagos. Este patrón de crímenes, que también involucró a comerciantes y traficantes, rápidamente reveló una red organizada con conexiones internacionales.
A lo largo de más de un año de investigación, la PDI recolectó evidencias clave sobre la operatividad de los "Hermanos Cartier", quienes se dedicaban a una amplia gama de actividades delictivas, como robos violentos, homicidios frustrados, tráfico de drogas y lavado de activos. Los operativos realizados en varias regiones del país, incluyendo Los Lagos y Metropolitana, resultaron en la captura de 12 miembros de la organización, con la incautación de armas, drogas y vehículos, lo que permitió desarticular parte de la estructura criminal.
La importancia de la cooperación internacional
Uno de los elementos clave para el éxito de este operativo fue la colaboración estrecha entre las autoridades chilenas y colombianas. Ignacio Castillo Val, Director de la Unidad de Crimen Organizado y Drogas del Ministerio Público de Chile, destacó que la cooperación internacional fue fundamental para localizar y detener a Acosta Escalante.
En sus declaraciones, señaló que la investigación había sido un proceso largo y complicado, pero que las conexiones entre las agencias de ambos países fueron decisivas para llevar a cabo la captura. Castillo Val también hizo mención de la importancia de los lazos colaborativos con la Fiscalía General de Colombia, que han demostrado ser efectivos en operaciones previas, como la detención de otros criminales de alto perfil.
Un paso importante en la lucha contra el crimen organizado transnacional
La detención de "Pure Cartier" representa un triunfo significativo en la lucha contra el crimen organizado transnacional en Chile. Sin embargo, este logro no es el fin de la batalla. La red del Tren de Aragua sigue operando en diversas regiones de América Latina, y la colaboración internacional continuará siendo crucial para desmantelar su estructura.
Con la captura de Acosta Escalante, la cifra de miembros de la organización detenidos asciende a casi 20, pero aún quedan muchas incógnitas por resolver sobre la extensión de sus operaciones y los vínculos que mantiene con otros grupos criminales en la región.
La caída de uno de los cabecillas más peligrosos de una de las organizaciones criminales más poderosas de América Latina es un recordatorio de la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el crimen. A medida que las autoridades chilenas y colombianas siguen colaborando, el mensaje es claro: el crimen organizado no tiene fronteras, pero tampoco las tiene la justicia.