Crimen con sello de ejecución sacude Osorno: víctima con múltiples disparos en la cabeza sigue sin ser identificada
Un nuevo episodio de violencia armada ha encendido las alarmas en el sur de Chile. La Policía de Investigaciones (PDI) investiga un posible homicidio por encargo luego del hallazgo de un cuerpo baleado en plena vía pública, en un tramo rural del kilómetro 8 de la Ruta U-22, en la comuna de Osorno.
El hecho ocurrió la tarde del viernes y movilizó a unidades especializadas de la Brigada de Homicidios de Osorno, además de peritos del Laboratorio de Criminalística (LACRIM) de Puerto Montt, quienes realizaron el levantamiento de evidencia en el sitio del suceso. La escena fue inmediatamente acordonada para facilitar el trabajo técnico en un caso que, por sus características, podría estar vinculado a dinámicas de crimen organizado.
Según información oficial entregada por el subprefecto Javier Yusthy, jefe de la BH de Osorno, la víctima —un hombre aún no identificado— presentaba múltiples impactos de bala en la región craneal y otra herida adicional en el abdomen. Estos patrones de ataque han llevado a los investigadores a considerar la hipótesis de una ejecución premeditada, sin descartar otras líneas de indagación.
“El cuerpo fue hallado con lesiones balísticas concentradas en la cabeza, lo que nos obliga a estudiar escenarios de violencia estructurada”, explicó el subprefecto.
La falta de identificación representa uno de los principales desafíos en esta fase inicial. La víctima no portaba documentación y no se ha reportado aún una denuncia por presunta desgracia que coincida con sus características. Por ello, el cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Legal (SML) de Osorno, donde se le practicará la autopsia de rigor. Esta permitirá no solo establecer la causa de muerte, sino también obtener indicios biométricos —como huellas dactilares o ADN— para ayudar a su identificación.
Mientras tanto, los equipos de investigación han iniciado el empadronamiento de testigos, revisión de cámaras de seguridad y búsqueda de registros que pudieran entregar pistas clave. Sin embargo, la naturaleza rural del sector limita considerablemente el acceso a evidencia audiovisual, lo que podría ralentizar el proceso.
El modo de operar, especialmente por el uso de disparos dirigidos a la cabeza, es observado con atención por la PDI. Este tipo de ataques suelen tener una connotación simbólica y táctica, y podrían estar relacionados con ajustes de cuentas, disputas delictuales o represalias. Aunque hasta ahora ninguna hipótesis ha sido descartada oficialmente.
La Fiscalía local ha solicitado colaboración ciudadana. Cualquier información que permita identificar a la víctima o aportar datos sobre el crimen será recibida de forma confidencial. La investigación recién comienza, pero los primeros indicios apuntan a un crimen planificado y de alta violencia, cuyas motivaciones podrían tener ramificaciones más amplias.