La tarde de este lunes, un hombre de 65 años le confesó a sus hijas que mató a su esposa, quien estaba desaparecida desde hace más de 20 años en Osorno, en la región de Los Lagos.
Luego de confesar el crimen, una de las niñas acudió a la PDI a denunciar los hechos que datan de 1998, cuando se había perdido todo rastro de su madre.
Así que los efectivos de la Brigada de Homicidios llegaron hasta un predio cerca del área urbana de la ciudad, encontrando huesos y ropa dentro de un establo que se creía que pertenecía a la mujer desaparecida.
La detective Alejandra Ramírez, del BH de Osorno, informó que el servicio forense debía determinar si la ropa y los huesos encontrados correspondían a la esposa del hombre.
La información recabada indica que la denuncia por mala conducta fue interpuesta en 1998, cuando el autor confeso del suicidio se desempeñaba como empleado del establecimiento del lugar.
Por ahora la investigación está en curso y según indicó Radio Bío Bío, aún no se ha ordenado la detención de la persona involucrada.