¿Chile tendrá su primer presidente abiertamente pinochetista? La derecha se divide a horas de la elección
Chile acude este domingo a las urnas para elegir al sucesor del presidente Gabriel Boric, en una elección marcada por una favorita clara en la centroizquierda y por una intensa disputa en el bloque opositor. La comunista Jeannette Jara, exministra de Trabajo, encabeza las encuestas con un 28,5% de intención de voto, aunque lejos del porcentaje necesario para evitar una segunda vuelta el 14 de diciembre.
A sus 51 años, la abogada y administradora se convirtió en la primera militante del Partido Comunista en representar al progresismo en una presidencial. Sin embargo, un eventual triunfo significaría su renuncia al partido, como señal —según ha dicho— de unidad dentro de la coalición más amplia que ha tenido la izquierda en décadas, desde la Democracia Cristiana hasta el PC.
La derecha compite fragmentada
A diferencia del oficialismo, la derecha decidió competir dividida, transformando esta primera vuelta en una suerte de primaria interna del sector.
Por primera vez desde el retorno a la democracia, dos candidatos de la ultraderecha llegan emparejados y con opciones reales. Aunque José Antonio Kast parecía tener asegurado el paso a segunda vuelta, los últimos sondeos muestran un fuerte ascenso del diputado Johannes Kaiser, representante de una derecha aún más radical y dispuesto a dar la llamada batalla cultural.
Ambos se encuentran empatados en torno al 20%, lo que podría poner en riesgo el tercer intento de Kast por llegar a La Moneda.
Tanto Kast como Kaiser plantean propuestas similares: cierre de fronteras, mano dura contra la delincuencia y la migración irregular, reducción del tamaño del Estado y rebaja de impuestos.
Más atrás aparece la candidata de la derecha tradicional, Evelyn Matthei, quien cayó en las encuestas hasta un 14%, pese a haber sido favorita durante varios meses.
“La elección más derechizada en décadas”
Expertos advierten que, si las tres derechas se alinean en un eventual balotaje, las opciones de Jara se reducen drásticamente. Desde 2006, ningún presidente ha sido sucedido por alguien de su mismo sector político.
Además, de ganar cualquiera de los tres candidatos del bloque opositor, sería —según analistas— el primer presidente abiertamente pinochetista elegido democráticamente. Tanto Kast como Matthei hicieron campaña por el “Sí” en el plebiscito de 1988, mientras Kaiser ha declarado que volvería a apoyar el golpe de Estado.
El sociólogo Alberto Mayol, director de la encuesta La Cosa Nostra, asegura que se trata de “la elección más derechizada desde el retorno a la democracia”, con un potencial del 55% de los votos sumando a todos los postulantes del sector.
Cambio de ciclo y descontento ciudadano
El auge de la derecha se explica por el aumento de la delincuencia, la crisis migratoria y un “cambio de ciclo” derivado de la frustración ciudadana respecto a las demandas surgidas desde el estallido social de 2019.
A ello se suma la alta desaprobación del presidente Gabriel Boric, que dejará el poder en marzo con índices cercanos al 60% de rechazo y sin posibilidad de reelección.
Según Mayol y otros analistas, la izquierda “falló en ofrecer respuestas sólidas a la crisis de legitimidad”, permitiendo que la ultraderecha instalara los ejes centrales del debate: seguridad, migración y crecimiento económico.
A diferencia de 2021 —cuando Boric arrasó frente a Kast—, hoy el debate sobre un cambio al modelo económico prácticamente desapareció del discurso político.