Caso de torturas en Osorno: dos imputados quedan en prisión preventiva y otros dos con arresto domiciliario

La Fiscalía Local de Osorno confirmó que dos de los cuatro imputados en el caso de torturas quedaron en prisión preventiva, mientras que los otros dos obtuvieron medidas cautelares menos gravosas: arresto domiciliario total, arraigo nacional y prohibición de acercarse a la víctima y su familia. La decisión fue adoptada por el Juzgado de Garantía de Osorno en una audiencia marcada por la exhibición de videos que evidencian los abusos.
La fiscalía había solicitado prisión preventiva para todos los formalizados. Sin embargo, el juez resolvió que en dos casos correspondía aplicar medidas distintas. Uno de los imputados fue favorecido tras la declaración de la víctima, quien aseguró que él “no tenía responsabilidad, sino que lo protegía”. En el otro caso, se consideró la colaboración del imputado con la investigación.
En contraste, los dos que sí quedaron en prisión preventiva fueron vinculados directamente a los actos más violentos, con una “participación bastante activa” y con superioridad jerárquica sobre la víctima y los demás implicados.
La fiscal jefa de Osorno, María Angélica de Miguel, explicó que los videos difundidos públicamente son “bastante elocuentes” y fueron claves para acreditar la gravedad de los hechos. Aclaró además que la fiscalía “jamás tuvo acceso” a esas imágenes hasta el momento de su publicación en prensa.
También confirmó que existieron denuncias previas: una en 2020 por lesiones, que terminó con suspensión condicional del procedimiento, y otra en 2024 por tratos degradantes, aún vigente, aunque sin evidencia audiovisual acompañada en ese momento.
Los cuatro imputados fueron formalizados por el delito de tortura, tipificado en el artículo 150 A del Código Penal chileno. Según la fiscal de Miguel, los actos cometidos son “de lo más degradantes, intimidatorios y denigrantes”, por lo que se trata de “hechos gravísimos” que justifican la aplicación de medidas cautelares estrictas.