Cinco personas heridas deja ataque con arma de alto calibre en Osorno

La madrugada del domingo estuvo marcada por un grave episodio de violencia armada en la Avenida Diego Portales, una de las arterias principales de Osorno, donde cinco personas —tres hombres y dos mujeres— resultaron con heridas de diversa gravedad tras una balacera que estremeció a la comunidad local.
El incidente se registró alrededor de las 07:10 horas, cuando una serie de disparos alertó a los vecinos del sector, movilizando a equipos del SAMU, Carabineros y PDI. Según confirmó la Fiscal Jefe de Osorno, María Angélica de Miguel, el ataque se habría iniciado desde un vehículo en movimiento, cuyo ocupante descargó un arma de calibre 30-40, impactando primero a una persona en la vía pública y, posteriormente, a cuatro personas al interior de un local nocturno clandestino identificado como “El Camaleón”.
Las balas, de gran potencia, dejaron marcas en la estructura del recinto y causaron lesiones graves en los afectados. No obstante, autoridades confirmaron que ninguno de los heridos permanece en riesgo vital. Dos ya recibieron el alta médica, mientras que otros tres continúan internados bajo observación.
El caso motivó un amplio despliegue policial y la intervención de la Fiscalía de Análisis Criminal y Focos Investigativos (SACFI), que encargó la indagatoria a la Brigada de Homicidios de la PDI de Osorno. Peritajes balísticos, empadronamiento de testigos y revisión de cámaras de seguridad forman parte de las diligencias para identificar a los responsables y esclarecer el móvil de la balacera.
La jornada, además, expuso la creciente preocupación por el aumento de delitos violentos y el uso de armas de fuego en la ciudad, fenómeno que hace algunos años parecía lejano para la provincia de Osorno. La fiscal De Miguel fue enfática al señalar que el ataque tuvo un “ánimo homicida”, recalcando la gravedad del hecho en un contexto de reiteradas riñas y desórdenes en el barrio bohemio local.
Mientras la investigación avanza, la comunidad y las autoridades demandan respuestas y mayor seguridad ante una realidad que amenaza con volverse habitual en los centros urbanos del sur del país.