Mega reestructura su Área Dramática: tres actrices de renombre dejan el canal tras ser desvinculadas
La última semana marcó un punto de inflexión para el Área Dramática de Mega, uno de los pocos bastiones de ficción original que sobreviven en la televisión abierta chilena. Las actrices María Gracia Omegna, Carmen Zabala y Francisca Imboden dejaron de formar parte del elenco estable del canal, en medio de una serie de ajustes internos que se han venido desarrollando desde hace semanas.
La salida de estas figuras, revelada por el portal Página 7, ocurre en un contexto de reorganización más amplio dentro de Mega, propiedad del grupo Bethia, que recientemente ha enfrentado cambios en su plana ejecutiva y su estrategia de contenidos. A pesar de que se trata del departamento más rentable del canal, la ficción televisiva también comienza a adaptarse a los nuevos tiempos, donde la flexibilidad laboral y la reducción de contratos permanentes marcan tendencia.
En el caso de María Gracia Omegna, su último rol fue como protagonista en el remake de El Señor de La Querencia, interpretación que le valió el Premio Caleuche a Mejor Actriz Protagónica. Carmen Zabala y Francisca Imboden, en tanto, participaban actualmente en la producción Nuevos Amores de Mercado, una reinvención de la icónica teleserie nacional.
Según fuentes cercanas al canal citadas por Página 7, las salidas no se tratarían de “desvinculaciones” en el sentido clásico, sino de un cambio en el modelo contractual: las actrices ahora podrán participar en futuras producciones como talentos independientes, contratadas por proyecto.
Desde la estación también descartan que esta medida tenga relación con la llegada de Patricio Hernández como nuevo director ejecutivo de Mega, quien asumió tras la salida de Javier Villanueva. Sin embargo, el movimiento confirma una tendencia en la industria televisiva chilena: la paulatina desarticulación de los elencos estables en favor de esquemas más flexibles y eficientes, en un escenario donde la ficción compite ferozmente con plataformas digitales y un consumo audiovisual en transformación.
