Informe revela que 181 funcionarios del Congreso ganan más que el Presidente Boric: algunos triplican su sueldo

Un informe elaborado por el equipo del presidente del Senado, Manuel José Ossandón, encendió un nuevo debate sobre los altos sueldos en el Congreso Nacional
El documento revela que 181 funcionarios —distribuidos entre el Senado, la Cámara de Diputados y la Biblioteca del Congreso Nacional (BCN)— perciben remuneraciones superiores al Presidente de la República, cuyo salario bruto mensual asciende a $7.033.974, equivalentes a cerca de $5,75 millones líquidos.
El análisis detalla que 47 de esos funcionarios duplican o incluso triplican el ingreso del mandatario.
Entre ellos, dos trabajadores del Congreso ganan aproximadamente $17,5 millones brutos mensuales, seis perciben más de $15 millones, y otros 37 superan los $14 millones.
En promedio, los 1.016 funcionarios que integran las tres instituciones legislativas reciben un sueldo bruto mensual de $5,8 millones, con un promedio líquido de $4,24 millones.
En contraste, el salario más bajo dentro del Congreso corresponde a $911.313 brutos, equivalentes a unos $764.000 líquidos, lo que refleja la enorme brecha salarial entre los distintos cargos.
El informe surge en el marco de una propuesta de austeridad impulsada por Ossandón, quien busca fijar un límite salarial para futuras contrataciones en el Congreso.
Según explicó, su iniciativa no afectará los sueldos actuales, los cuales están protegidos por derechos adquiridos, pero establecerá un nuevo sistema de planta paralela con criterios de racionalidad y tope salarial:
“Ningún nuevo funcionario debería ganar más que el Presidente de la República”, señaló el senador.
El planteamiento fue presentado oficialmente al Presidente Gabriel Boric, con el objetivo de iniciar un debate legislativo sobre austeridad y eficiencia en el uso de los recursos públicos.
El informe, publicado por La Tercera, generó reacciones transversales tanto en el mundo político como ciudadano, reavivando la discusión sobre la transparencia en las remuneraciones del Estado y la proporcionalidad de los salarios públicos frente al sueldo presidencial.
Mientras algunos parlamentarios valoran el gesto de Ossandón como un intento por modernizar y ordenar la estructura administrativa del Congreso, otros advierten que las diferencias salariales son consecuencia de antiguas asignaciones, cargos técnicos especializados y escalas históricas que no se han actualizado en décadas.
Desde la presidencia del Senado señalaron que el objetivo no es recortar sueldos de manera retroactiva, sino implementar una nueva planta de funcionarios para futuras contrataciones, donde las remuneraciones estén alineadas con la jerarquía institucional y la realidad fiscal del país.
“Chile necesita señales de responsabilidad y coherencia. Si pedimos austeridad al país, el Congreso debe ser el primero en dar el ejemplo”, sostuvo Ossandón.