Tragedia en Panguipulli: Encuentran sin vida a joven de 18 años tras intensa búsqueda en zona rural
El hallazgo del cuerpo sin vida de Benjamín Condell Soto, joven de 18 años desaparecido desde el domingo 25 de mayo en la comuna de Panguipulli, conmociona nuevamente a esta localidad de la Región de Los Ríos. Su cuerpo fue encontrado en las aguas del río Mañío, en el sector rural de Ñancul, poniendo fin a una angustiosa búsqueda que movilizó a familiares, amigos y un amplio operativo coordinado por Carabineros, Bomberos y voluntarios locales.
Este caso pone en evidencia las complejidades y desafíos que enfrentan las autoridades y la comunidad ante desapariciones en zonas rurales de Chile. La rápida activación de un operativo que incluyó a la Unidad de Búsqueda y Rescate (UBRA) de Osorno y diversas compañías de Bomberos refleja la preocupación y compromiso por parte de los organismos de emergencia. Sin embargo, también evidencia las limitaciones para rastrear eficazmente amplias áreas naturales, especialmente en territorios con características geográficas complejas como los que rodean el Lago Calafquén.
El fiscal Sergio Carmona, de la Unidad de Flagrancia de la Fiscalía Regional de Los Ríos, confirmó la identidad del joven y detalló que, desde el momento en que se reportó su desaparición, se desplegó un trabajo conjunto entre la Fiscalía, la Policía de Investigaciones (PDI) y el Servicio Médico Legal (SML), entidad clave para esclarecer las causas del deceso. La labor científica que realizará el SML es indispensable para establecer la causa exacta y descartar posibles intervenciones externas, en un contexto en el que la investigación se mantiene abierta y sin hipótesis descartadas.
La Brigada de Homicidios de la PDI en Valdivia está a cargo de las diligencias, que incluyen el análisis del sitio del hallazgo, toma de declaraciones y revisión de cámaras de seguridad, con el objetivo de reconstruir las últimas horas de vida de Benjamín y detectar cualquier posible irregularidad.
Más allá del caso puntual, esta tragedia invita a reflexionar sobre la vulnerabilidad de los jóvenes en espacios rurales y la necesidad de fortalecer los mecanismos de búsqueda y prevención, además de una coordinación más efectiva entre comunidades y autoridades. También llama la atención sobre el impacto emocional y social en las comunidades pequeñas, donde la pérdida de un vecino o familiar tiene un efecto multiplicador y genera un fuerte llamado a reforzar redes de apoyo.
Mientras las autoridades mantienen la reserva y llaman a la prudencia, el país espera los resultados oficiales que aporten claridad y justicia en esta lamentable situación, en la que la combinación de acción rápida, investigación científica y trabajo comunitario será fundamental para evitar que tragedias como esta se repitan.
