Tragedia aérea en Pirque: piloto muere tras caída de avioneta en zona sur de la RM

Un accidente aéreo volvió a sacudir este domingo la tranquilidad de la comuna de Pirque, cuando una avioneta ultraligera se precipitó a tierra en las inmediaciones del Club de Golf local, cobrando la vida de su único tripulante.
El hecho se produjo pasadas las 15:20 horas, según confirmó el Cuerpo de Bomberos de Puente Alto, que llegó rápidamente al lugar tras ser alertado por vecinos y trabajadores del recinto deportivo.
La aeronave involucrada corresponde a un modelo ULM (Ultra Light Motorized), de matrícula 251, de acuerdo con lo informado por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), organismo que activó sus protocolos de emergencia y abrió una investigación para esclarecer las causas del accidente.
“La aeronave ULM matrícula 251 se accidentó en el sector del Club de Golf de Pirque, resultando lamentablemente su piloto fallecido”, indicó la DGAC a través de su cuenta oficial en la red social X.
Hasta ahora no se han entregado detalles sobre la identidad del piloto ni sobre los factores que podrían haber originado la caída. Tampoco se reportaron daños a terceros ni estructuras afectadas en tierra, lo que reduce el alcance material del siniestro, pero no su impacto en términos de seguridad y fiscalización del uso del espacio aéreo recreativo en la Región Metropolitana.
Este tipo de aeronaves, catalogadas como ultraligeras, son comúnmente utilizadas por pilotos deportivos o aficionados, y su operación requiere una licencia específica. Aunque no es la primera vez que un accidente de este tipo ocurre en las cercanías de Santiago, el incidente reabre el debate sobre los protocolos de seguridad y fiscalización de vuelos recreativos en zonas semiurbanas, donde el crecimiento habitacional convive cada vez más cerca de rutas aéreas menores.
La investigación, a cargo de los equipos técnicos de la DGAC, buscará establecer si se trató de una falla mecánica, un error humano o condiciones climáticas adversas. Mientras tanto, el accidente deja nuevamente en evidencia que la aviación civil —aunque de menor escala— también requiere atención regulatoria y vigilancia permanente para evitar tragedias como la ocurrida este fin de semana.