Las medidas sanitarias de las autoridades sanitarias chinas para frenar la propagación de la COVID-19, que incluyen el cierre de puertos, están afectando las exportaciones de frutas de Chile, se informó el domingo.
Los exportadores chilenos, particularmente de frutas, pronostican que la actual será la temporada más difícil de las últimas tres décadas.
Hace unas tres semanas China aumentó sus restricciones debido a un brote de COVID-19. La contención estricta provocó el cierre de puertos y aumentó la presión sobre las cadenas de suministro de exportaciones.
Chile coloca un alto porcentaje de su producción de vinos y licores en China, que ahora no los comprará como se esperaba.
El presidente de la Asociación Chilena de Vinos, Aurelio Montes, dijo que estas medidas contra el coronavirus han afectado fuertemente al sector; sin embargo, han podido seguir exportando, aunque con mayores retrasos en un escenario poco alentador para la industria frutícola, ya que los tiempos de espera perjudican las producciones frescas.
También explicó que un envío a China tarda 30 días en llegar más 48 horas en descargar. Pero ahora lleva 2 meses en el mar y mucho más de 2 días en desembarcar, lo que afecta directamente a la calidad de la fruta.
El exministro de Agricultura, Antonio Walker, explicó que la situación actual afectó las exportaciones de dos maneras: primero, la baja del precio de la fruta por su menor calidad y segundo, el aumento del precio del flete marítimo, que es 3 veces superior a años anteriores.
El presidente de la Federación Nacional de Productores de Frutas, Jorge Valenzuela, también señaló que esta situación afectó el empleo. Los productos más afectados son cerezas, uvas de mesa, manzanas, duraznos y ciruelas.
