El jugador argentino Erik Lamela se creó un remate de rabona extraordinario que fascinó a todo el mundo del fútbol. Postulándose como el mejor golazo del año.
Lamela entró al campo en el minuto 19. Hasta este partido, el Arsenal era el rival que peor se le daba en el aspecto goleador y no había sumado ningún tanto en los 11 partidos que había disputado ante el conjunto gunner.